episodio 10 – Escape en el espacio

sci fi, ciencia ficcion.

This image doesn’t belong to me . Post only for reference purposes

La misión que le fue encargada por Nexos aún retumbaba en su cabeza.

-¿Pran?

Sentía mucho calor. Sus brazos estaban adormecidos, no sabía si aún los conservaba. Trató de moverlos. Fue en vano. Intentó hablar, gritar por auxilio, pedir ayuda. La cara le dolía.

-La chica, -Pensó- La hija de Nexos.
-¡Allí! ¡Llévenselo, rápido!
-¿Humanos? -Se preguntó. Lo tomaron por las axilas. Unos cuantos brazos y piernas, como ramas ahumadas por un incendio lo acariciaban mientras era rescatado.-¿Tantos muertos? ¿Cómo? 

La chica… ¡La chica! -Un grito se disparó desde su garganta.
La chica, ¡La hija de Nexos!
-¿De qué habla?
-Está delirando. -Dijo una de las voces con una voz rasposa-
-¡No! ¡La chica! No la dejen. Por favor. -Repetía Eduardo, mientras su voz se desvanecía. Uno de los hombres, un joven capitán de la sexta flota, Apollo, escuchó un gemido.
¿Qué es eso? –
-La chica. Nex… -Balbuceó Eduardo.
– !Llévenselo! –Ordenó. Y los hombres obedecieron.

Su curiosidad le hizo regresar a la pila de cadáveres. El olor  que emanaba de los restos asaltó sus pulmones. La batalla aún no terminaba. No muy lejos se escuchaba el enfrentamiento. Sus hombres estaban cayendo, debía apresurarse. No quería dejar a nadie. Ya no. Más aún, la idea de abandonar a alguien vivo en ese lugar le produjo vergüenza de sí mismo, y una gran sensación de inseguridad. Se acercó lento tratando de no distraerse por las muecas petrificadas. El fin súbito, matizado de oscuro carmesí adherido al hueso.

Un azul plateado brilló escondido en la negrura. El capitán levantó uno de los cuerpos, duro y pesado como un viejo mueble.

Aún se podía ver la fina costura, un vestido que aún consumido por el fuego develaba un peculiar origen.

¡Por Dios!

Con cuidado trató de sacarla de entre los cadáveres, pero le fue imposible. Tuvo que cargar otros tres cuerpos para evitar lastimarla. En ese momento los soldados regresaban agitados.

¡Capitán!
¡Aquí! ¡Llévensela, rápido!

Los soldados cargaron a la chica. La hija de Nexos tenía la mitad del rostro desfigurado. Respiraba con debilidad.

Eduardo había sido trasladado a la zona posterior de un embarque de emergencia, la última de seis naves de rescate. Para ese momento muchos ya habían abandonado la nodriza. Toda la estructura temblaba. Gritos, explosiones y luces protagonizaban el caos de la retirada.

Echado, observando la luz superior de la camilla, Eduardo recordó a Nexos con pena y dolor.

-Aquí ¡Al lado de aquel! Estaban juntos cuando los encontramos.
-¿Los conoces?
-No. No los habían visto nunca.

A su derecha los soldados colocaron a la chica cuyo rostro calcinado aún brillaba en carne viva. Tubos emergieron del panel de observación ubicado un par de metros por encima de ellos. Eduardo observaba a su acompañante. Estamos siendo rescatados –Pensó. -¿Pero quiénes son? ¿A dónde nos trajo Nexos?

Pequeñas máquinas se unieron a la danza de tubos y electrodos. Estas se introducían en su boca y fosas nasales. Ciertos filamentos penetraron en sus brazos y piernas, conectándose con su sistema circulatorio y nervioso. Eduardo no sentía nada.  Una mascarilla se desplegó permitiéndole respirar con mayor facilidad. Otras unidades de auxilio se encargaron de quitarle su ropa e inyectarle analgésicos para el dolor. Observando aún a través del visor, Eduardo podía ver a la joven.

-No mueras, por favor.
-¡Chloe, despega! ¡Larguémonos de aquí!

Ordenó el capitán mientras la nave escapaba de la nodriza evitando no colisionar con los escombros. Cientos de acorazados y cazas estaban en combate. Los humanos retrocedían y con ellos gran parte de su moral.

-Protégela… Llévala ante Pran.

Fueron las últimas palabras que resonaron en su cabeza antes de perder el sentido.

Eduardo Guillén.
Año 2780

About Eduardo Guillén - Banischlock

Dicen que tengo imaginación pero muchas veces es la imaginación la que me tiene a mí.
This entry was posted in Cartas a la tierra and tagged , , , , , . Bookmark the permalink.

Leave a comment

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.