episodio 12 – Es hora de despertar

Es hora de despertar

-Almirante….
-No es necesario que me explique la gravedad del asunto comandante Chartrés. La destrucción del Elena es, a lo mínimo, una declatoria de guerra. 
-¿Pero una declaratoria de quién? Los Qarwas no tienen líder ni afiliación conocida.   Además, hasta el momento no existe ninguna señal de división en el imperio. 
-…
-¿No estará pensando en proponer un ataque a gran escala, cierto?
-Se está analizando.
-Pero es claro que los Qarwas han sido manipulados o alguien alquiló sus servicios.
-Capitán ¿Tiene idea de cuantas especies esperan respuesta?
-Muchas, almirante.
-Insectoides, reptilianos, felinos, lirians… Eran parte muy importante de la tripulación.
-Sr. Debo aclarar que considero a todos los miembros de la tripulación importantes. Sé que debemos hallar respuesta pronto…Desearía haber manejado mejor la situación.
-Usted no estaba a cargo del crucero Cap. Chartrés. No asuma responsabilidades que no son suyas. Además, gracias a su trabajo se lograron rescatar a varios hombres. Ya he recibido reportes al respecto. Ahora, si bien Pran debe permanecer en cuidados intensivos necesito que se entere de los pormenores.
-Sí Sr. estamos por entrar en la órbita de
(a)Éphira. Imagino que también querrá que hable con el secretario general.
-Él ya está informado de este desastre. La discusión del tema está programada para la sesión de esta mañana. Es mejor que descanse cuanto antes Cap. Chartrés. Está asignado, junto a uno de mis hombres, a entrar a espacio desconocido 36 horas después de haber aterrizado en Éphira. Se dirigirá a la base Kordron. Antes de partir recibirá mayores instrucciones.
-Entiendo, Almirante.
-Eso es todo. Oh, casi lo olvidaba. Bienvenido a la flota de nuevo, capitán.

El monitor se apagó dejando a Chartrés en silencio. El almirante tenía un humor algo ácido para ciertas ocasiones. Algo muy particular siento Ictión.

-La voz del oficial Ezra resonó con un eco metálico alrededor de Chartrés: Capitán, estamos ingresando a la órbita de Éphira.
-Prepare al personal para aterrizar.

Bendito insecto

-¿Te informaron sobre el fin del Elena? –Preguntó Thurq Miller, humano, senador por Zionis, tercera colonia homo sapiens, que hace unos años había ganado representación en el senado.  
– Estoy al tanto de algunos pormenores del ataque. Se rumorea que están por definir si entramos en guerra con los Qarwas.
-Sería una estupidez. Es evidente que el ataque esconde muchas más interrogantes. No creo que pase de un comentario apresurado. Aunque conociendo la armonía con que trabajan en el palacio no es de esperar que la respuesta sea la violencia.
-Crees que sea el final de la paz. ¿Una paz que costo tanto a nuestras especies?
-No lo creo. No hay lados definidos. Para empezar una guerra necesitas a alguien con quien pelear. Hasta ahora no hay nadie o nada a la vista.
-Fue muy difícil amigo mío. Sabes, es cierto que abundan los relatos y grabaciones, pero yo aún conservo memoria de esos episodios.  

Ambos compañeros y amigos desde hace cinco años. Thurq Miller y  Tydryl eran senadores y miembros activos en Éphira. Tydryl era un insectoide, blatodeo, equipado, como el resto de insectoides, con dispositivos (b)Knür, con quien era muy difícil interrelacionarse para muchos humanos debido a que estos solían ahuyentarse por gran tamaño y apariencia. Sin embargo, la capacidad de Tydryl para hacer de cualquier conversación un tema de mayor profundidad hacía de él una persona muy valiosa tanto para los de su especie como para el senado. A comparación de otros seres los insectoides no eran capaces de comunicarse de manera verbal o no verbal (entendían claramente muchos idiomas pero no eran capaces de codificarlos de manera externa) por lo que habían desarrollado habilidades telepáticas a través de la cuales comunicaban sus pensamientos. Sin embargo, esta forma de comunicación, al principio vista con suspicacia, no se establece si el intermentor no permite que el insectoide esté figurativamente “dentro de su cabeza”. Para Miller ello no resultaba un problema, sino por el contrario una forma de evidente confianza.

-Es probable que la unión asigne una misión para investigar las causas de este problema.
-Humm, estás pensando en  formar parte de la tripulación.
-Tydryl….
-Lo siento, pero es evidente.
-No, yo no.
-Espera, ¿Estás loco? ¿Yo? ¿Ir al espacio exterior a bordo de una nave militar?
-¿Por qué no?
-Bueno…no soy militar, es lo último que querría.
-Amigo, en estos temas es ideal considerar ciertas “situaciones probables” Además, tú tanto como yo sabes que los militares suelen ser poco delicados en términos de ponerle fin a los problemas. ¿Qué mejor idea que llevar al ilustre Tydryl Hex Optera a bordo?
-…
-Un ser capaz de ayudar con su gran conocimiento sobre diversas especies inteligentes a bordo de una misión por la búsqueda de un culpable. ¡Ja! Piénsalo. Toma en cuenta que además de tus conocimientos, tienes la confianza del senado, sin contar con tu habilidad, o mejor dicho la habilidad de tu especie para sobrevivir y adaptarse.
-No lo dices en serio.
-No realmente.

Mientras caminaban recorrían los pasillos del palacio. Una construcción con una arquitectura rica en líneas extensas y dobles paredes de distinta elevación. En varias superficies había grandes espacios donde en alto relieve estaban esculpidas diversas historias, así como nombres de ilustres personajes de variada genealogía, todos y cada uno escritos en su propio lenguaje. Para los hombres el incluir el (laa-xhan), un lenguaje que amalgamaba el latín, árabe y chino, en esas paredes representó el verdadero comienzo de la humanidad como miembro importante de la Unión. Por fuera, y en gran parte de los techos, el palacio estaba recubierto de Xat’l un cristal muy semejante al citrino lo que le daba un brillo sosegado que muchos afirmaban calmaba las tenciones entre especies. Esta particularidad hacía del palacio un espectáculo tanto de día como de noche así como lo hacía sujeto de algunas bromas sobre su naturaleza y propósitos.

Los miembros del senado estaban en sus lugares respectivos. Ambos amigos eran de los últimos en tomar sus lugares. La sesión estaba por comenzar.

-Thruq, hay algo extraño aquí.
-A qué te refieres.
-No lo sé aún, pero no me gusta. Percibo tristeza.
-No me asustes amigo.
-No te separes de mí.
-Tydryl, si es algo grave es mejor que alertemos al  resto de…
-No, santo cielo, no es posible.
-¿Qué? ¿Cómo?

Tydryl tomó a Thruq con cuatro de sus patas y lo apretó contra su abdomen. Este abrió sus segmentos y lo introdujo en su interior, de inmediato su cuerpo se encorvó creando una crisálida cuya cáscara dio la apariencia de un gigantesco lunar enrojecido. Todo ocurrió muy rápido. Los miembros que estaban al lado creyeron que Thruq estaba siendo tragado por el insectoide, pero antes de transformar su grito de sorpresa en una orden, el palacio explotó, derritiendo a todos los seres de carne por completo.

En el hospital, Eduardo abría lentamente los ojos para descubrir el rostro de una bella joven: la hija de Nexos, quien estaba de pie mirándolo con cristalinos ojos mientras decía lentamente: Despierta, humano, ya es hora de partir.


Eduardo Guillén.

Año 2780

(a) Éphira: Es un planeta perteneciente a la jurisdicción de la Unión. Gran parte de su cielo es verde producto de la ionización de escombros lanzados por su satélite más cercano: Roo, el cual provee al planeta de bellas auroras boreales. Sin embargo, debido a su ubicación estratégica y abundancia de recursos Éphira conserva no solo los recursos que la tripulación del Elena necesitaba, sino también el palacio del senado donde los miembros de la Unión se reúnen para debatir sobre los temas que competían y comprometían a la galaxia conocida.

(b) Knür: La gravedad de Éphira era ideal para los seres humanos, en el caso de adultos, cuya masa estuviese entre los 80 y 120 kilos; al igual que para la mayoría de seres extraterrestres. Sin embargo, para otras especies provenientes de planetas más pequeños o más grandes resultaba un riesgo para sus sistemas motores y respiratorios. Ello tomando en cuenta que golpear si quiera a una especie que proviniese de un planeta con menor gravedad era considerado un delito debido al “uso de fuerza descomunal”. Sin embargo, otras especies tenían que recurrir a cinturones de nivelación para impedir el atrofiamiento de sus músculos. En el caso de los insectoides estos utilizaban equipos Knür que les permitían a sus fluidos combatir la gravedad de la tierra, al mismo tiempo que respirar sin necesitar ampliar, al menos en exceso, sus sistemas traqueales.

Extra

-No me gustan los Lirians. Están en esa delgada línea entre lo mágico y lo siniestro. Su tecnología es una clara extensión de su naturaleza. Extraño, difícil de entender y manejar para el resto de seres inteligentes.
-Muchos humanos han demostrado ser capaces de manejarla.
-Con asistencia, no lo olvides. Nunca por ellos mismos.
-Todos los Lirans que conozco tienen buen corazón.
-Creo que es sorprendente que hayan sobrevivido por tanto tiempo.
-Su ambiente era el propicio. Es una especie muy antigüa.
-¿Cuan viejos serán?
-Escuché que 300 millones.
-¿Como especie? Yo creí que solo 100. ¿Pero creo que pasado los 100 ya es mucho tiempo no? Imagínate ¡100 millones de años!
-No lo puedo imaginar. Personalmente, considero que un día terrestre ya es mucho tiempo.

About Eduardo Guillén - Banischlock

Dicen que tengo imaginación pero muchas veces es la imaginación la que me tiene a mí.
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1 Response to episodio 12 – Es hora de despertar

  1. Mary says:

    Interesante.. seguiré leyendo!!

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